Higuera de Llerena

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Situada en pleno centro de la Campiña Sur, se presenta como uno de los núcleos más reducidos en cuanto a población con cerca de cuatrocientos habitantes.
Hace sólo siglo y medio contaba únicamente con medio centenar de casas que formaban una sola calle.
A la escasez de fuentes documentales se une la dificultad para acceder a los pocos documentos que relatan hechos relacionados con la historia de Higuera. A pesar de este vacío documental, Higuera de Llerena cuenta con diferentes testimonios de restos materiales pertenecientes a diversas etapas del Paleolítico, Segunda Edad del Hierro y Época romana, además de la existencia de varios estudios arqueológicos que permiten profundizar más en las raíces históricas de Higuera. La existencia de un yacimiento prerromano relacionado con la presencia de una ciudad de época ibérica y su posterior ocupación y abandono por los romanos demuestra que la historia de esta localidad no es tan reciente como se pensaba.
Pero las referencias escritas más antiguas que se conocen sobre Higuera de Llerena no van más allá de del siglo XIII, momento en el que es fundada posiblemente por el Maestre santiaguista Pelay Pérez Correa o por el Maestre Rodrigo Iñiguez. Aún así existen algunos estudiosos que atribuyen su fundación al Maestre Lorenzo Suárez de Figueroa ya en el siglo XIV. De esta manera Higuera pasa a ser posesión de la Orden de Santiago hasta que en 1786 consiga finalmente su independencia respecto a Llerena. En 1235, por expreso deseo de Fernando III se cedieron las tierras de Hornachos a la Orden de Santiago, quedando Higuera incluida como parte de la donación de Hornachos. Tiempo después, por necesidades o conveniencias de la institución santiaguista se altera el mapa provincial y de esta manera pasará a incluirse en la encomienda de Reina, como lugar anexo a la villa de Reina lo que conllevaba la carencia de jurisdicción aunque sí tenía término propio. En 1297, cuando Llerena obtuvo su fuero irá a lo largo de los siglos XIV y XV acumulando asentamientos como la Higuera, Maguilla y Cantalgallo y los asimiló a aldeas (cuando anteriormente habían sido lugares).
Higuera obtiene su independencia jurisdiccional en 1786 concedida por el rey Carlos III mediante cédula real y ratificada por Fernando VII. Además de eximirse, saldrá de la Orden, adquiriendo categoría de villa realenga como consta en el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura de 1791.
Don Juan José Alfranca y Castellote, oidor de la Real Audiencia menciona que por entonces vivían en la villa 66 vecinos (unos 231 habitantes). Dicho oidor será protagonista del pleito que se llevó a cabo contra Llerena, en relación a la delimitación del término de Higuera y que finalmente saldría favorable a la Higuera en 1786, cuando esta se eximió, entre otras, Retamal, Retamalejo, la dehesa de Tiesas y Dehesijo.
Según el Censo de Floridablanca en 1787 habría en Higuera 184 habitantes y en 1857 pasarían a ser 533 habitantes.

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