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 Patrimonio Histórico de Malcocinado
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IGLESIA PARROQUIAL DE SAN ANTONIO DE PADUA
Malcocinado |
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Los primeros datos sobre la Parroquia los encontramos en el archivo de la Iglesia Parroquial de Santa María la Mayor en Guadalcanal, ya que al pertenecer el pueblo a Guadalcanal, la Iglesia era aneja a dicha localidad.
Durante todo el siglo XIX y hasta 1862 la Parroquia se llamó “Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción”, aneja a la de Santa María la mayor de Guadalcanal, Obispado y Priorato de San Marcos de León, según consta en el libro de defunciones parroquial de 1848-1878. En el folio 69 de ese libro, y con fecha 31 de Agosto de 1862, aparece la primera inscripción con el nombre actual de San Antonio de Padua.
De estas inscripciones también podemos deducir que en la actual ubicación de la Parroquia, se encontraba la primitiva Iglesia o Ermita de la Purísima Concepción, cuya construcción puede remontarse al siglo XVIII. Debido a su estado ruinoso fue demolida y en su lugar se construyó la actual Parroquia, bendecida el 12 de junio de 1931.
Se trata de una obra que sustituye a otra que por encontrarse en mal estado fue derruida. Así, se construye esta sencilla edificación en 1931, con planta rectangular de una sola nave, ábside recto y bóveda de aristas dividida en cinco tramos por arcos de ladrillo. Por todo ello, ofrece una imagen indefinible desde el punto de vista artístico.
La fábrica ofrece una conjunción de elementos arquitectónicos que imitan diferentes estilos artísticos configurándose como una mezcla de extraña presencia con grandes ventanales laterales de inspiración gótica en las dimensiones aunque rematados en medio punto.
La fachada es de ladrillo rojo con un óculo en el centro que ejerce la función decorativa de un rosetón en el centro y ventanales de arco de medio punto. Se accede al templo desde la escalera de la entrada con nueve peldaños, la cual se encuentra flanqueada por dos medias columnas de ladrillo que se apoyan en sus basas casi cuadrangulares y que sostienen un capitel sobre el que se levanta un grueso arco de medio punto que corona en una especie de tejado voladizo, formando un frontón triangular de inspiración clásica. La fachada está coronada por un campanario con dos arcos de medio punto que albergan sendas campanas.
El interior se conforma como nave única de cuatro tramos separados mediante arcos de ladrillo visto y en los pies se ubican dependencias laterales de finalidad desconocida, pudiendo estar relacionadas con la celebración del culto y con el desarrollo de las distintas procesiones anuales. En una de esas dependencias se aloja una vertiginosa escalera circular que nos conduce hasta el coro del templo.
El material constructivo al que se recurre es la mampostería, alternada con el ladrillo dispuesto en hiladas. El mismo material encontraremos en las esquinas, como sistema de reforzamiento y plasticidad visual. El resto de paramentos se realizarán a través de mampostería sin revocar, a excepción de la espadaña. (Una solución correcta pues sería verdaderamente impactante toparse con una gran mole totalmente encalada, dando lugar a un gran impacto visual en pleno núcleo urbano). Entre los elementos constructivos utilizados y extraídos de las diferentes épocas, sobresalen los grandes ventanales laterales de inspiración gótica.
En su interior se pueden visitar interesantes retablos y esculturas religiosas contemporáneas, aunque por su mayor antigüedad y refinada talla, sobresale una pequeña imagen advocada a nuestra Señora del Rosario. El resto del mobiliario litúrgico fue destrozado durante el conflicto bélico nacional del 36.
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